Primero vamos a definir lo que es el estrés:
“Máximo de tensión que una persona puede soportar sin sufrir consecuencias físicas o sicológicas”
Desde ese punto de vista, el estrés no es malo, siempre y cuando no rompa los límites, de lo contrario puede causar consecuencias físicas y psicológicas en las personas, deteriorando su salud integral.
Para que esto no suceda existen métodos que ayudan a manejar correctamente el estrés, de tal forma que lo podamos regular en frecuencias que no sean ni muy bajas, al punto de que nos lleven al desgano y la depresión, ni muy altas desencadenando una crisis emocional.
Cuando hablamos de Estrés Organizacional, estamos refiriéndonos a la suma del estrés de cada persona de la organización. En otras palabras cada quien colabora con su propia estrés como quien lo echara su parte en una gran olla llamada Clima Organizacional.
Al igual que en una persona, el estrés organizacional debe ser regulado para mantener una motivación sana en los equipos de trabajo. Si el Estrés Organizacional rompe los límites que se pueden soportar, entramos en una crisis total.
Para mantener un estado sano en el Clima Organizacional es necesario que cada quien aprenda a manejar y controlar su estrés, pero que la colectividad genere dinámicas de comportamiento que permitan controlar el estrés organizacional.
Síntomas más comunes del Estrés Organizacional:
- Baja la calidad del trabajo, aumentándose en forma anormal la cantidad de errores.
- La toma de decisiones se hace lenta e ineficiente.
- Falta la creatividad en los equipos de trabajo,
- Las personas son tomadas por temores generalmente infundados, disminuyendo el desafío y el riesgo necesario para alcanzar el éxito.
- El interés por el logro se viene abajo y la gente se enfoca más en observar o tratar de evitar los errores.
- Aumenta el ausentismo, más gente busca excusas para no ir a trabajar o bien se enferman y se incapacitan con más frecuencia.
- Dificultad para mantener los horarios básicos, debido a que se sienten sobrecargados de trabajo.
- A la gente le cuesta más adaptarse a los cambios y la resistencia se vuelve agresiva con frecuencia.
Causas más comunes del Estrés Organizacional.
- Necesidades de capacitación para ejecutar los roles correspondientes al puesto.
- Ambigüedad o confusión en relación a las funciones que corresponden a un puesto específico.
- Tener una formación y capacitación mucho más alta que lo que el puesto actual requiere.
- Los recursos son considerados muy insuficientes y afectan a la satisfacción del rol del sujeto.
- Entrabamientos burocráticos internos que generan críticas de sus clientes externos.
- Problemas de relaciones interpersonales dentro o fuera del equipo.
- Problemas de relaciones dentro de los grupos de la empresa.
- Problemas de relación y coordinación con clientes y proveedores.
- Problemas de comunicación y participación dentro de los equipos.
- Contaminación sónica
- Niveles altos o bajos de temperatura.
- Limpieza y orden del lugar de trabajo.
- Hacinamiento en el lugar de trabajo.
- Inseguridad para realizar el trabajo.
- Sentimientos de subvaloración o discriminación.
- Endeudamiento o salario inferior a las necesidades.
- Influencia política o luchas de poder en los equipos de trabajo.
- Conflicto entre mis valores y el trabajo que se desempeña.
- No se reconoce el tiempo extra requerido para alcanzar los objetivos.
- Exigencias laborales que afectan la vida privada.
- Problemas familiares o conyugales.
- Llevar trabajo a la casa.
¿CÓMO MANEJAR EL ESTRÉS DEL EQUIPO Y MEJORAR EL AMBIENTE DE TRABAJO?
Las causas del estrés laboral pueden ser muy variadas, y van desde experiencias desagradables con los clientes externos, hasta conflictos con los compañeros de trabajo, constantes llamadas telefónicas que se generan por fallas en la comunicación, mal funcionamiento en la red de Internet, sobrecarga de tareas, roles indefinidos, autoridad excesiva o insuficiente, desplazamiento de un lugar a otro fuera de la oficina, influencia de los problemas personales. Así como la escasez de tiempo, de recursos materiales, la falta de reconocimiento profesional por parte de colegas y superiores o bajas posibilidades de crecimiento profesional, entre otras.
La verdad es que el estrés laboral en los últimos años se ha incrementado al punto no solo de dañar el ambiente trabajo, sino de incapacitar temporal o permanentemente a muchos líderes y colaboradores.
Técnicas para el manejo del estrés
Está en nuestras manos tomar el control de nuestros actos, y aportar para el mejoramiento del ambiente laboral y para beneficio de nuestra salud integral:
- Es importante aprender a organizar su tiempo, ya que este no es un recurso de su jefatura, ni de la empresa u organización, sino un recurso totalmente de su propiedad. Establecer horarios es fundamental para poder descansar, no estar preocupado, no sufrir continuos sobresaltos y olvidos importantes.
- Haga ejercicios físicos, mentales y emocionales para mantener una armonía integral en su ser.
- Dos o tres veces al día realizar ejercicios de estiramiento muscular. Movilizar cuello, hombros, brazos, columna y piernas.
- No dejar pasar los problemas: afrontarlos de una manera más activa o más pasiva, pero decidiendo qué es lo mejor en cada caso.
- Dormir las horas necesarias, no implica un periodo de ocho horas, sino saber descansar en el tiempo necesario.
- La contaminación sónica produce estrés, hay que tratar de reducir los ruidos al mínimo.
- Crear grupos de diferentes deportes en la región y tratar de involucrar a todos los funcionarios, esto no solo ayuda a bajar el estrés, sino a mejorar las relaciones.
- Mantener una dieta completa y equilibrada. Tratando de evitar el alto consumo de alcohol.
- Sacar un tiempo para estar con uno mismo y meditar durante las mañanas y si es posible antes de irse a dormir.
- Procesar el pasado de tal forma que los eventos del mismo solo sirvan como experiencia y sabiduría.